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JOSEFA SÁNCHEZ SOUSA
Alberguería de Argañán, Salamanca, 1922

 

CANCIÓN INFANTIL I
(Para la comba)

Buenos días sol
Buenas noches luna
¿Qué nuevas nos traes?
Aquí traigo alguna:
Ocho, seis, cuatro, dos, una.

CANCIÓN INFANTIL II

Los peces burbujean abriendo la boquita
Ondulan ondulan y ondulan
Moviendo la colita
Salid pececitos que yo os quiero ver
Moved la colita
Y ondular, ondular otra vez.


CANCIÓN INFANTIL III

Vuela, vuela, vuela, vuela mariposa
Pósate en la rama pósate en la rosa
Vuelva vuela vuela y revolotea
Pósate en mi mano para que te vea.
Sube sube sube súbete hasta el cielo
Baja baja baja bájate hasta el suelo.
Pósate en mi mano y en mi naricita
Para darte un beso y hazme cos-qui-lli-tas.

EL TRENITO
(Al pillao)

Joaquinito tiene un tren
Súbete al andén
Que te pilla que te pilla
Que ya silba que ya silba
Chuf chuf pipi chuf chuf
Que te mata que te atrapa
Que te atrapa que te atrapa
Que te atrapa que te atrapa
Pi pi chuf chuf pi pi chuf chuf chufff

EL CUCO
(escondiditas)

El cuco del reloj
saca la cabecita
cucú cucú
cuenta una cuenta dos,
mete la cabecita.
El cuco del reloj
Sale otra vez
Cucú cucú cucú
Cuenta dos cuenta tres
Y se vuelve a esconder.
Y se esconde... y se esconde
¿dónde dónde dónde dónde dónde?
¿dónde dónde dónde dónde dónde?


Ilustración: Alejandro Santos de la Isla


POSESIÓN

A Mercedes Greiner

Y de amor tenía las manos llenas.
Las presionó como garras posesivo.
Y el amor fluyendo entre sus dedos,
fue llenando sus manos de vacío.


RÉQUIEM

Se está muriendo el poeta.
Su musa le abandona.
Y él queda aferrado al tenue manto
que se tensa, se rasga, se rompe
fundiéndose en el éter
tras el nimbo que circunda su cabeza.
¡Ya no la ve...!
Ahora su pensamiento errante
desdibuja nostalgias en la bruma
de interminable nocturno
y agota a pequeños sorbos la copa del hastío.


DESTELLO

Soy ingrávida pavesa aventada por el gélido soplo del gigante.
Mis escrutadores ojos, buscan el chispazo de una sonrisa y mis labios, siguen sellados por el silencio.
Nadie me ve, soy ingrávida pavesa.
En mi revoloteo sin alas, un destello me indica tu presencia...
El espíritu llora y las lágrimas despegan mis labios.
Tú estás aquí y yo ¡vuelo libre!

NADA

A Magdalena Lucas

El hombre sin techo, camina a ninguna parte
mirando a la nada,
tirando palabras que el viento rechaza.
El grito del alma, nadie lo recoge,
y sólo el ruido de sus lágrimas

me hizo alzar la cabeza.