El Zumo de los Días

El Zumo de los Días
El Zumo de los Días

Poemas Finales

There is no end, but addition: the trailing
Consequence of further days and hours

T.S. Eliot: «The Dry Salvages»

Cartas en la manga

AUTOBIOGRAFÍA

Yo tengo un paisaje. No sé qué hacer con él. Me he pasado la vida haciendo de mi mente un lugar apacible. No sé para qué. Todo lo he guardado aquí dentro. La noche en que manadas de caballos corrían entre nosotros por el páramo de Oxon. El campo de trigo amarillo y la taza de café mientras amanece en La Armuña. La niña pequeña que extiende su brazo para ofrecerme una margarita de plástico. No sé por qué recuerdo y siento cierta dicha. Sé que sólo ha servido para nada. He comprendido que este cuerpo que me ha dado la vida y la posibilidad del recuerdo, es también la luz que me limita. Y no sé qué hacer con todo esto.

 

Agosto

Para Alejo

Que amanezca en mitad de la noche. Que refleje la luna una luz fulgurante, y que podamos observar, de esa luz, la sombra que hacen los árboles.

Imaginemos la herida de esos árboles que nos saludan movidos por el viento. No valemos más que ellos, no valemos más que sus sombras, no durarán nuestros cuerpos más que la sombra de una noche y no, no comprende nuestra inteligencia una lágrima más de rocío que sus amaneceres.

Que la noche abrasadora de agosto blanquee ante el reflejo de ese planeta, del lejano país de la luna, de su masa uniforme, imperfección del círculo, de sus paisajes. Que atardezca en la ladera oeste de aquel mundo y nos sintamos obligados a no ignorar tanta belleza distante. Que su tiempo sea también nuestro tiempo, luz que antecede al objeto, y nuestra casa se abra de pronto roída por sus luces.

Éste es nuestro hogar, no hay ya misericordia para el hombre que se siente atrapado, no es posible rectificar como no pueden las hojas de los árboles cambiar su movimiento.

Hablemos de ello, amigo, sintamos la feliz agonía que provoca tanta belleza pasajera. Sintámonos felices de nuestros límites, aprendamos, disfrutemos de ellos. Debemos aprender que la muerte, que el final de un cuerpo, también puede volverse motivo de alegría.

Debe de ser muy tarde ya. Los niños arman escándalo en la habitación, negándose a dormir. Sus vidas son nuestras vidas, aunque no podamos comprender cómo. Aunque no podamos comprender nada.

Aprendo que a partir de hoy mi tiempo es prestado. Y a vosotros os debo esta gracia otorgada. Prometo devolveros el tiempo.

 

Paráfrasis del infierno

UNA MÚSICA

Qué objetivo
persigue
la existencia
de vida,
de tanta vida,
es algo que tal vez
no debemos
intentar
encontrar.

La inteligencia
del
hombre
es
capaz
de soportarlo
todo
excepto el vacío.

Digamos mejor
que
la finalidad
es
la construcción
de
una música.

Que el mundo sigue
un ritmo.

Todos
sabemos
que el hombre
sigue
el ritmo
de su propia ignorancia.

Pero es mejor
decir
que el mundo
es
una gran sinfonía
infinita.

ÚLTIMOS MESES

Los últimos meses
se han convertido
para mí
en un horrible
espacio
insoportable
habitado
por mil dolores pequeños.

He comprendido
que nada
va a salvarme
del vacío,
que no hay nada.

Que el mundo
está mal hecho,
y no es culpa
de nadie.

 

La casa sosegada

la sutileza de la palabra
el sonido de mi lengua
toda las memoria
que el mundo
me ha obligado a recoger
el placer aparece
como una seca raíz
entre la tierra seca
así mis placeres
son siempre el mismo
la taza de café
la palabra en silencio
el cuerpo de mujer
y alguna cosa más son
siempre el rumor del ser
el rumor de la vida

(José Luis Puerto)

somos de tiempo
prestado este sosiego
al despertar
en la habitación tuya
plagada de luz
me da la vida
oportunidad de brillar
aunque sea
sólo un momento
tiempo incontable
en que los besos
estos pocos días
que me entregas
serán siempre conmigo
hasta un próximo
encuentro inesperado

(Darío Jaramillo Agudelo)

 

Única luz

MEMORIA

La memoria de un hombre
se construye
con pedazos de arcilla,
con el resto que queda pegado a las paredes de la entraña,
con besos fracasados.
La memoria de un hombre se construye
con lo que hay de mentira en los recuerdos,
con promesas,
con café y aspirinas,
con libros desgastados por el uso, con poemas olvidados,
con absurdas historias
que conducen al mito,
con miradas furtivas en vagones, y cuerpos
entrevistos en la sombra.
La memoria de un hombre,
revivida y violada a cada instante,
es un reflejo de luz en la mañana,
las tardes entregadas al asueto,
son tu risa y tu voz de este momento,
el sonido horadado que atraviesa el asfalto,
que es el tiempo, los símbolos propicios
y el color del olvido.

CONVERSACIÓN CON LUIS CERNUDA

Volver a tus poemas
ha sido
volver a los recuerdos,
a mi primera poesía.
Son la realidad
y el deseo,
lucha de siempre,
palabras tuyas con las que
en la conversación
y la memoria
todavía me encuentro
definido.
Así, en esta tarde,
me siento de nuevo
cercano a ti,
releyendo una y otra vez
los mismos poemas,
ahora que estoy,
como otras tantas veces
antes de conocerte,
de conocerla, solo.

© Fernando Díaz San Miguel - Prohibido reproducir total o parcialmente cualquier elemento de esta página sin citar la fuente
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